sábado, agosto 16, 2008

¡Como cuando era niño!

Algo que puedo y debo agradecer a Soledad, al estar a mi lado es que me ha enseñado grandes verdades, sin decir una palabra. Sólo ha tenido que restregármelas en la cara, una y otra vez, hasta que se asegura que las he comprendido ¡Y vaya que se ha dado gusto!

Una de ellas, es cómo ser feliz, y no morir en el intento. En este caso en especifico, me ha explicado que nunca, ¡nunca! debe uno de esperar algo de las demás personas. No importa de quien se trate, nada debes esperar. Es más, prepárate para lo peor de ellas.

Por otro lado, sólo preocúpate de dar lo mejor de ti, tu máximo esfuerzo en todo lo que tengas que hacer, o dar, o compartir.

De la vida no espero gran cosa. Solo fuí arrojado a este mundo y solo me voy a ir de él. Con la familia y amigos que tengo puedo dar gracias y decir que ya salí ganando. La muerte en realidad no me espanta o asusta. Es lo que pueda o no, haber después de ella; es lo que me inquieta.

De esta forma, de mi jefe en el trabajo, no espero que me siga "requiriendo" para continuar laborando. Nunca espero que reconozca todos esos días que he llegado temprano, ni las veces en que me he marchado tarde. De mis compañeras y amigas de trabajo, tampoco espero nada, tarde temprano les van a dar escoger entre sus "cabezas" o la mía ¡claro que será la mía la que ruede!

Si de alguna manera esto no llega ocurrir... siempre saldré ganando. Y tendré la oportunidad de nunca perder mi capacidad de asombro.

¡Como cuando era niño!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace media hora me levanté de la cama sin esperar nada. Encendí el ordenador para entretener la ausencia de sueño, sin esperar nada... y realmente es bueno. No te creas espectativas y cualquier cosa te puede sorprender. Tu blog no es cualquier cosa, pero por no esperar nada al levantarme, me ha encantado toparme con él :).

Mayka

Solitario dijo...

Vaya que la vida, suele dar sorpresas. Jámas esperé que alguien leyera mi blog y mucho menos que dejara un comentario. Lo cual agradezco infinitamente.

Un saludo.