sábado, agosto 09, 2008

Buen día.

Este va a ser un post, sin importancia, de esos en los que sólo quiero transmitir mi estado de ánimo, que contrariamente a lo habitual, es alegre.

Si, generalmente escribo, cuando Soledad viene a sentarse a mi lado para hacerme compañía y me invade la melancolía y la nostalgia. Hoy al despertar, por alguna razón, ella no estaba allí, creo que debió salir temprano de paseo a no sé donde, o a hacer no sé qué cosas. Espere un rato para ver si regresaba, pero no. Tuve que desayunar solo. Creo que ha salido lejos. Quizás con esto de los juegos olímpicos en China, se tomo un descanso y se fue a distraer.

Como quiera que sea, me ha dejado solo, y mi día a sido extrañamente bueno. No quiero decir un gran día, porque en realidad no hay nada que lo pueda hacer grande, pero bueno si. Me he levantado temprano, a pesar de lo pesado que estuvo el trabajo la semana pasada. Desprenderme de las sábanas no representó gran desafío como los anteriores días. Salí como siempre, corriendo para el trabajo. Pero sin la aprehensión de días anteriores. El sol, salió temprano, como presagiando el buen día que iba a tener. En el trabajo, las cosas discurrieron de forma habitual sin contratiempos ni disgustos. Hasta mi jefe estaba de buen humor, que nos dio el día. (Bueno... sólo fueron un par de horas las que salí temprano. Pero algo es algo, dijo el diablo. ¡Ah, miento! También me dio el domingo)

Creo que lo que ha hecho al diferencia, es el hecho de que sé que mañana, podré visitar a los amigos, a los que tenía abandonados por causa del trabajo. Pues mañana dispongo del día completo para visitarlos.
Si... ya es tarde, y aunque aún no he comido nada. Definitivamente ha sido un buen día.

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