martes, julio 01, 2008

Abogado del Diablo.

¿Porqué abogar por el diablo?

Es cosa que me resulta difícil de explicar. De los años mal vividos que tengo (lo de malvividos es por que han sido desperdiciados), el diablo siempre ha estado presente en todo momento. Fue la figura amenazante de la infancia, el que iba a venir y a llevarme si se portaba mal. Durante la adolescencia, fue mi mentor, que me incitaba por lo caminos del mal, de la perdición y de la lujuria. Ahora mismo... es mi compadre, que me conduce e ínsita a la herejía y me obliga a escribir éstas líneas para reivindicarlo.

Durante la historia de la humanidad, junto con el hombre siempre ha existido una imagen maligna, a la cual le adjudicamos todas las bajezas, podredumbre y vilezas humanas. El nombre que se le da en la actualidad es la de "Diablo" A él le endilgamos las guerras, los homicidios, las violaciones, los hurtos, las vejaciones, extorsiones y toda cuanta miseria sea capaz de salir del ser humano. Lavándonos de ésta manera, las manos. Dejándole a él la peor parte. Si cometemos cualquier vileza, es culpa del "diablo", no mía, que quede claro. Si tomé los doscientos varos del monedero de mi jefa, el ratero es el "diablo" no yo. Él fue quien me ínsito.

He estado pensado, y creánme ya es ucho pedir para mi cerebro escaso de neuronas, que debemos de dejar de estar culpando a alguien, en este caso al diablo, de todas nuestras miserias y asumamos que cada quien es culpable y responsable de sus propios actos y sobre todo, de su propia maldad. Culpar al Diablo, es signo de nuestra propia maldad.

El único delito que cometió el "diablo" fue ese... llamarse "Diablo"

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