jueves, julio 27, 2006

Comenzando por el principio.

¿De donde surgió la idea de comenzar a publicar en un blog? Pues sepa la fregada. Es cosa que no me interesa y no quiero volver a plantear. Pero de algún modo, debo dar alguna justificación de cómo surgió.

Siempre me considere una persona “normal”; jeje… nada más anormal. En ésta aparente normalidad, me creía satisfecho de mi miserable existencia, revolcándome en mi ignorancia al creer que era normal. Viendo y comparándome con otras personas a las cuales consideraba “raras” (para no llamarles anormales).

Era yo pues, feliz en mi “normalidad”; pero resulta que después de bastante tiempo, me encuentro cuestionándome si realmente soy normal. Una especie de “Crisis de los cuarenta” que, según psicólogos los varones debemos padecer alrededor de los 40’s, y que me hace creer que en este sentido, soy precoz. Éste replanteamiento de mis supuestos paradigmas, me está dejando cada vez más sumido en cuestionamientos de los cuales difícilmente saldré bien librado.

¿Y que tiene que ver esto con el título de este blog? Pues que de pronto y sin darme cuenta, me encontré refunfuñando de cualquier cosa. Debo ser honesto y decir, que a no ser por la falta de tolerancia (o hartazgo) de quienes me rodean, jamás me hubiera enterado. Poco a poco, me había convertido en un amargado. Y como no tengo la menor intensión de tragármelo solo, pues les convido a mis supuestos lectores. Si es que los tengo, y si no, pues que se vayan al diablo.

¡OH, Bendita ignorancia… ¿Porqué me haz abandonado?

No hay comentarios.: